– Delimita el vano: a fines prácticos el premarco actúa de regla, logrando una escuadra perfecta en cada vano.

– No hay que protegerlo: permite trabajar en paralelo con el avance de la obra húmeda (revoques, carpetas, yeserías, etc) ya que se coloca en aluminio natural y sin ningún tratamiento de pintado ni de anodizado.

– Facilita la colocación del cerramiento: permite saber de antemano las medidas exactas de las carpinterías de la obra para que no haya sorpresas y garantiza las condiciones de hermeticidad y estanquidad del cerramiento.

– Permite llevar las aberturas al final de la obra: esto es importante para el cuidado de las carpinterías ya que se las puede colocar hasta incluso después de que entren los pintores en la obra.

– Permite el recambio o reciclado de carpinterías sin obra húmeda: En una obra con premarco de aluminio si uno decidiera cambiar las ventanas, lo único que tiene que hacer es destornillarlas y atornillar las nuevas.

Si no hay premarco, para cambiar la carpintería hay que desamurar el marco rompiendo la pared y por consiguiente se necesitaría un trabajo de albañilería para volver a colocar una ventana nueva, (esto se da en construcciones nuevas que usan ventanas económicas y, mucha gente cuando se muda, luego de verlo, decide cambiar las ventanas).

Los sistemas que cubren el marco de chapa existente con otro marco sobre el mismo, requieren una perfecta aislación entre ambos para evitar la corrosión que se produce por el contacto entre el hierro y el aluminio.

Conclusión:   Optimización del tiempo, evitar rayaduras y manchas con revoques, mejor terminación, encuadre perfecto y la instalación a cargo de quien fabrica la abertura.

Para más información contactate con nosotros por mail a info@aberturasaluminio.com, vía facebook o al tel (03471) 471044